Lucent Biosciences llegará el segundo semestre a Argentina, Brasil y Chile. En este último, realizarán pruebas en la región del Maule y planean instalar una fábrica en 2024, para surtir al mercado nacional y regional.
Uno de los Objetivos de Desarrollo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas a 2030 es poner fin al hambre, en riesgo por el impacto climático y el aumento de la población mundial. Con esto en mente, el chileno José Godoy comenzó a investigar cómo aportar a un modelo sustentable de agricultura, que cuidara la tierra y entregara a los alimentos los nutrientes necesarios y fundó Lucent Biosciences, en Canadá, en 2014.
La biotecnológica, que creó un biofertilizante a partir de residuos orgánicos del sector agrícola, opera en Canadá y Estados Unidos y está preparando su expansión a Sudamérica, incluido Chile, el segundo semestre de este año.
Godoy cuenta que “la idea acá era ver cómo podíamos mejorar nuestras tierras, considerando que, a futuro, se tendrán que alimentar a muchas más personas. Desde los 80, el sector agrícola lleva utilizando los mismos fertilizantes sintéticos, que a pesar de que nos estaban entregando los alimentos, estos tienen un déficit de nutrientes enormes, y además dañan la tierra«.
Luego de más de seis años de investigación con laboratorios canadienses, Godoy llegó a la fórmula para crear Soileos -nombre con el que bautizó al biofertilizante- utilizando cáscaras de cultivos como arroz, maíz, lentejas, avena y guisantes, que contienen un alto porcentaje de celulosa, la cual se combina con distintos nutrientes, como zinc y hierro, a través de nanotecnología. Con esto, el producto final empezaron a comercializarlo hace menos de dos años.
“Soileos es insoluble en el agua, por lo que dura un mayor tiempo en la tierra; mejora la salud de los suelos, fomentando su captura de carbono y absorción de nutrientes; mejora la producción de los cultivos y es 100% de origen vegetal y no contamina el ambiente. A diferencia del fertilizante tradicional, el nuestro se activa recién cuando entra en contacto con la tierra, por lo que no necesita químicos para funcionar”, explica Godoy.
El modelo de negocio de la startup es a través de la comercialización de Soileos tanto a grandes empresas agrícolas como a pequeños agricultores. A la fecha, cuentan con una producción de 30 toneladas diarias, y una planta en la ciudad de Vancouver, en Canadá.
Lucent Biosciences recibió apoyo del Ministerio de Agricultura canadiense, más de US$ 20 millones, y fueron uno de los ganadores de este año de Thrive Shell Climate, programa para acelerar startups e impulsar su desarrollo tecnológico.
Llegada a Chile y expansión
Durante este año y el próximo, el foco de la startup estará puesto en expandirse hacia otros mercados, particularmente hacia Sudamérica, incluyendo Chile, Brasil y Argentina.
En el caso del mercado chileno, Godoy adelanta que ya han tenido reuniones con el Ministerio de Agricultura, y con tres empresas -cuyos nombres prefiere no revelar por ahora-, quienes testearán el producto en sus cultivos y evaluarán cómo funciona en los suelos chilenos de acuerdo a sus requerimientos nutricionales.
Godoy cuenta en que en una primera etapa, estas pruebas estarán enfocadas en la región del Maule, «dado que tiene un clima muy atractivo para la agricultura«.
Con este desarrollo, Godoy espera que para 2024, «podamos tener una fábrica en Chile, desde donde se comercialice tanto para el país, como para el resto de la región«.
En Argentina, la startup ya comenzó a pilotear su producto con la compañía productora de alimentos Adecoagro.
Fuente: Diario Financiero